domingo, 1 de diciembre de 2013

Jugando con fuego

1. Dentro y fuera de la cama

Mi nombre es Elle Kavanagh, y lo conocí en una confitería. Él se volvió y me sonrió, y yo me sorprendí tanto que le devolví la sonrisa. No era una tienda para niños, sino la clase de establecimiento donde una va a comprar trufas caras de importación para la mujer del jefe porque se siente culpable después de haberse dado un revolcón con él durante una conferencia en Milwaukee... hipotéticamente hablando, claro. Han flirteado conmigo un montón de veces, sobre todo tipos carentes de sutileza que creían que lo que tenían entre las piernas compensaba lo que les faltaba entre las orejas. A pesar de todo, a veces me iba a casa con alguno de ellos, porque me gustaba desear y ser deseada, aunque en gran parte fuera una mentira. El problema con el deseo radica en que es como verter agua en un vaso lleno de piedras. Se llena enseguida, y no queda espacio para nada más. No voy a disculparme por ser quien soy, ni por lo que he hecho. Tengo mi trabajo, mi casa y mi vida, y durante mucho tiempo no he necesitado nada más... Hasta que conocí a Daniel “Dan” Stewart. Hasta ahora.

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2. Motivo suficiente

Elle y Dan todavía no han logrado su objetivo de tener relaciones sexuales en todas las habitaciones de su nueva casa, ¡pero casi!El matrimonio no ha reducido su hambre uno del otro en lo más mínimo, y su relación es tan caliente y apasionada como siempre. Pero cuando Dan trae a colación el tema de tener un bebé juntos, Elle se encuentra en conflicto consigo misma.Entre sus antecedentes familiares disfuncionales y su temor de cómo un bebé puede cambiar su vida en común, Elle no está segura de que esté lista para dar el gran paso. Dan no sacará el tema otra vez, pero el problema se arraiga en la mente de Elle.Y como entre ellos es frecuente que arda el amor con un deseo insaciable, el corazón de Elle está lleno hasta el borde con el amor y el deseo de dar a Dan todo lo que él anhela.

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3. La amante imaginaria

Este mes, me llamo MaryCada mes tengo un nombre distinto... Brandy, Honey, Amy: a veces, Joe ni siquiera se molesta en preguntar, pero siempre consigue excitarme con su cuerpo, con su bocay sus caricias. No importa cómo me llamo ni dónde me ha conocido, el sexo siempre es increíbley no dejo de desearlo durante las largas semanas que pasan hasta que vuelvo a verlo.Mi nombre real es Sadie, y una vez al mes, a la hora de la comida, Joe me lo cuenta todo sobre su último ligue; sin embargo, él no sabe que en mi mente yo soy la protagonista de todas las aventuras de una noche que va revelándome, y que estoy prácticamente obsesionada con nuestra imaginaria vida sexual. Sé que está mal y que mi marido no lo entendería, pero no puedo renunciar a nuestros encuentros aún... no, aún no.


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4. Tentada

Anne tiene una vida perfecta: un marido al que quiere y le quiere, una casa y planes de futuro. Sin embargo en su interior algo no encaja, algo le falta, pero no sabe discernir qué es.James y Anne llevan casados seis años, viven en una agradable casita cerca de un lago y, excepto los problemas cotidianos, nada parece empañar la vida en común de los jóvenes. Tal vez el deseo de James de tener un hijo, tal vez la fijación por ser perfecta que tiene Anne que tiene sus propias causas y motivaciones... tal vez es algo que no sabe explicar... hasta que aparece Alex. Alex Kennedy fue el mejor amigo de James desde la adolescencia. Opuestos pero a la vez complementarios, Alex y James fueron los mejores amigos. Compartieron secretos, chicas, juergas y sentimientos. Pero de igual modo, un día discutieron y perdieron el contacto. Eso creía Anne, quien no había conocido antes al mejor amigo de su marido, pues ni siquiera asistió a la boda de ambos.La llamada de Alex informándoles que va a ir a pasar el verano a la ciudad, tras vender sus negocios en el extranjero, supone el reencuentro de los dos amigos. James invita a Alex que pasar el verano con Anne y con él en la casita del lago.Inicialmente la idea no entusiasma demasiado a Anne, ya que no conoce a Alex y James parece otro ante la simple mención del nombre de Alex. En su presencia esa transformación es aún más evidente.Sin embargo, el atractivo y la seducción que desprende Alex no tarda en cambiar la opinión que Anne tiene de él, como lo hace la relación entre los tres dando comienzo a algo que sólo debería ser un romance de verano.Una relación adulta, sin ataduras, donde el amor y el desamor no tienen cabida, sólo una cálida sensualidad y sexo a flor de piel... ¿O no?

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5. Extraños en la cama

Viendome al frente de una empresa de pompas fúnebres, nadie podría sospechar que me gasto el dinero en gigolós y sexo sin compromisos. Pero así es. Las personas que me visitan a diario en la funeraria me recuerdan que toda relación de pareja está condenada a acabarse, y la mejor manera de protegerme contra ese dolor es pagar para saciar mis apetitos sexuales sin que mis sentimientos corran peligro. Por desgracia, con Sam cometí un error que puede costarme muy caro. Lo confundí con el gigoló al que había pagado para que me sedujera en un bar y me llevara a la cama y ahora no sé si quiero volver a mis aventuras de pago. Lo único que espero es que Sam no descubra esa parte inconfesable de mi vida…

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