-¡Oye, Becca! ¿Sabías que aún después de muerta tu cerebro sigue trabajando por ocho minutos?―me preguntó Liam aparentemente entusiasmado.
―No, no lo sabía. ¿De dónde sacaste eso?
―Creo que lo vi en una película, pero no recuerdo cuál―siguió comiendo Cheetos con desenfado.
―Da igual, ¿y eso a qué viene al caso?
―Que ya no tengo remedio. Estoy jodidamente enamorado de ti. Podría apostar que cuando llegue mi hora, y sé que llegará; usaré esos ocho minutos de conciencia para pensar en ti.
2. La vida despues de mi
―¿Cuándo usarás la palabra “amor” al final de una frase? ―preguntó con la mirada fija en mis manos.Yo juagaba con el fluorescente cojín de mi cama.―La he usado muchas veces―le dije en mi defensa―. Ayer la usé. Te dije: Claire, me dejó usar jeans en la cena del domingo… ella es un “amor”.Liam giró los ojos.―No importa.―¿No? ―me tensé.―No. Sé que me amas. Puedes seguir aplazando las palabras. Yo seguiré oyendo tu silencio. Él nunca miente―descontroló mi corazón.―No pongas palabras en mis labios que no he dicho―solté con nerviosismo.―De acuerdo, pondré algo mucho mejor que eso.Y Me besó.Segunda parte de la divertida historia El Orfanato. Si quieres seguir disfrutando de la historia de Becca y sus amigos no te lo puedes perder.
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