jueves, 25 de septiembre de 2014

Reseña Un Capricho del Destino


Una hermosa historia de amor no clásica... y digo no clásica porque despierta sentimientos encontrados que el romance normal no suele despertar, pero es justamente este denominante el que te amarra y hace que no quieras dejar de leer.

En este caso, debo admitir, que en momentos odié... no, mejor dicho ODIÉ (con mayúscula se entiende más mi sentimiento) a Luke, el protagonista de esta novela. ¡Qué hombre para tener una lengua tan criminal, o sea, cuando quiere herir créanme que lo hace con ganas y hasta uno siente feito, pero por otro lado, es un encanto de hombre! dulce, detallista, apasionado, trabajador, que ama lo que hace... ¡pero que carácter!

Ahora, acepto que Brenda (Bree) tampoco es una santa. Una chica hermosa, con un pasado difícil y traumático, que la lleva a tener ciertos temores y desconfianzas, hasta que conoce a nuestro Luke, quien viene a desarmarlo todo en su vida. A pesar de ser un amor de persona y luchadora, admito que también dan ganas de colgarla por su orgullo... ¡Que orgullo de mujer! y al final es ese orgullo el que la lleva a cometer un gran error.

Esta novela te muestra varias facetas. Al igual que Desafiando al Corazón, te muestra el poder que una acción o unas palabras tiene sobre un ser humano, el poder que puede tener de hacernos daño como personas y joder nuestra seguridad. Algo que también te enseña es que los seres humanos usamos máscaras para protegernos. Muchas veces mostramos una cara para que nadie nos haga daño, y esto también se debe a pasados que han sido dolorosos para nosotros, pero siempre llega alguien que manda esa máscara a volar y saca lo mejor de nosotros. Nos deja claro también que a pesar que el orgullo es bueno, no deja nada cuando se abusa de él, así que hay que saber medirnos, no nos exedamos!

Una historia con altos y bajos, que te provoca sensaciones de amor, impotencia y cólera. Con descripciones que no se pasan de la raya y personajes que llegas a conocer muy bien sin que la autora haya tenido necesidad de extenderse tanto.

Definitivamente el destino siempre hace sus travesuras con nosotros, y por mucho que luchemos, al final él se encargara de cruzarnos con "aquella persona", además, nos deja claro que no somos nosotros quienes decidimos a quien amar, es el necio corazón quien se encarga de elegir.

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