¿Existen el momento perfecto y la edad perfecta para el amor?
Cuando Alexia era pequeña, solo quería pintar. Hasta que creció y
descubrió que deseaba algo más que convertir sus sentimientos en obras
de arte; le deseaba a él. Por encima de todo. Pero cuando lo tuvo por
primera vez, lo perdió. Y cuando creyó recuperarlo, fue solo un
espejismo.
Cuando José era un adolescente, los ojos de una niña le recordaron
que no estaba solo en el mundo, y sin decirle nada se aferró a ellos.
Años más tarde, la propietaria de esos ojos le rompió el corazón.
Después él se lo rompió a ella.
Sus caminos se cruzan una y otra vez, mientras se preguntan si están
mejor separados o en realidad están perdidos el uno sin el otro, y que
llegará el día en que deberán a saltar al vacío.
Amar a alguien es como saltar al vacío, nunca sabes qué pasará si no te atreves a lanzarte…
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